Por la salud mental del estado, para brindar atención al incremento en los casos de muertes por suicidio, la Asociación Yucateca de Suicidología (AYUS), está impulando una iniciativa de Ley en el Congreso del Estado y esta mañana acudieron al recinto legislativo buscando que esta legislación se convierta en una realidad.
«Queremos sentar un precedente para tomar acciones que no solo involucren a los gobiernos, porque gobiernos van y gobiernos vienen, sino a la sociedad civil y que exista una Ley porque cuando existe una Ley ya tenemos las herramientas necesarias para exigir que se cumpla y sancionar su incumplimiento», Marilú Ancona Rosas, presidenta de la AYUS.
La activista, destacó que ella misma es sobreviviente de la muerte por suicidio de su hijo hace 12 años y tan solo un par de años más tarde comenzaron sus acciones por la prevención y posvención por suicidio; con esta iniciativa, apuntó, buscarán atender este problema de salud pública en Yucatán.
Lamentó que, aunque la salud es un derecho, en la realidad enfrenta muchos retos y no siempre se le garantiza a todas las personas y al impulsar esta iniciativa espera que se convierta en realidad que la salud mental sea para todas las personas, garantizando preveción, atención y posvención en el suicidio.
Esta propuesta que realizan desde la AYUS, explicó, contempla la capacitación de personal médico y de salud acerca del suicidio, así como campañas informativas para que las personas cuenten con las herramientas para identificar señales de alerta ante riesgo suicida.
Para caminar hacia hacer realidad la presentación de esta iniciativa, dijo, han tocado muchas puertas; pero fue la dipuada Clara Rosales, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena),
Tú también puedes identificar señales de alerta
«Toda la población puede ser agente de prevención del suicidio […] Aprender a detectar tempranamente los factores de riesgo y las señales de alerta es algo que queremos que toda la población esté capacitada y atenta de esto porque todos podemos ser agentes preventivos».
Entre las señales de alerta, señaló:
- Aislamiento
- Desinterés en actividades que antes disfrutaban
- Insomnio o dificultad para dormir
- Falta de apetito
- Cambios drásticos en su imagen corporal (subir o bajar de peso, por ejemplo)
- Cambio en su forma de comportarse
Advirtió que muchas veces las madres y padres de familia no le dan importancia a estas señales porque piensan que se trata de «síntomas» de la adolescencia y, aunque en algunos casos podría ser únicamente eso, es importante preguntar: ¿qué te pasa? ¿Estás bien?
Además, enfatizó que no juzgar es un elemento clave para acompañar la emoción que atraviesa, siempre validando las emociones de la persona; ofrecer apoyo y comprensión. «Es escuchar».
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