Ante lo insólito que es este caso y lo indignante que ha resultado para la sociedad, vale la pena reflexionar en la lección que nos permite sustraer el que una persona se haya hecho pasar como alguien certificado para tratar pacientes psiquiátricos y darles indicaciones terapéuticas con medicamentos controlados.
Una vez más las autoridades en los diversos niveles de competencia a quienes les tocaría haber detectado e impedido que esto fuera posible, son rebasados por quienes sin escrúpulos hacen en palabras de la propia Cote “lo que quieren”.
¿Acaso no existe un mecanismo sanitario que identifique la falsificación de recetas médicas, cuya cédula no coincide con la de un profesionista médico?
Bueno, al parecer, no.
La torre médica en Puebla, donde se encontraba el consultorio de la farsante, ya había sido denunciado en múltiples ocasiones por otras faltas y seguía operando sin ningún impedimento. Parece ser que nadie con autoridad pudo y puede hacer nada.
Fueron usuarios de los servicios de esta mujer quienes se percataron de irregularidades y quienes tomaron la situación en sus manos.
La reflexión que nos queda ante esta lección mediática es que ante la vulnerabilidad en la que se encuentra la ciudadanía de que cualquier impostor o charlatán pueda usurpar funciones profesionales, así como el desamparo y atención de las autoridades en el tema, tenemos que generar mecanismos de prevención y estrategias que nos puedan resguardar de posibles riesgos.
- Todo paciente tiene derecho a solicitar la cédula médica de quien le atiende, si ésta no es visible en el consultorio puede solicitarla al médico y siempre debe venir expuesta en la receta médica. Revisa en la página correspondiente de la SEP su veracidad.
- Procura contar con referencias confiables del médico que te atenderá, busca además de recomendaciones de pacientes, información del médico en internet. Puedes incluso buscar información de la clínica o consultorio donde serás atendido.
- Los pacientes cuentan con un Decálogo de derechos, te invitamos a consultarlo y apegarte a él.
- Lleva una bitácora de tu historia clínica y preséntate en todas las consultas con ella, anota todo lo que el/la médico te indique y pregúntale todas tus dudas hasta que te encuentres satisfecho con las respuestas.
- Procura hacer un balance del costo-beneficio de tu consulta, existen médicos cuyas tarifas oscilan entre los 800 y 1500 pesos por consulta resultando muchas veces insuficientes ante las necesidades de los pacientes.
- Si no te encuentras satisfecho con la consulta debes externarlo al médico o a alguna instancia superior exponiendo las razones de manera clara y comprobada.
- Revisa meticulosamente tu receta y pregunta por cada medicamento con respecto a su resultado esperado y efectos secundarios.
Finalmente recuerda que la salud es el estado más preciado de una persona y que está en nuestras manos, primeramente, ser responsables de ello, sin embargo, existen personas sin escrúpulos que no buscarán tu beneficio sino el propio y que muchas veces es muy difícil distinguirlos a primera vista, por lo que bien vale implementar estrategias útiles que puedan ayudarnos a librar una desagradable experiencia.
Daniela Esquivel: Directora de escena, promotora de lectura, profesora y colaboradora de medios digitales. Exploradora gastronómica y lectora incansable. Nómada entre la Gran Tenochtitlan y la Tierra del Faisán y del Venado.
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