En la colonia Pensiones, Martha, madre de dos adolescentes, recuerda cuando su hijo de 12 años le preguntó qué era un condón. “Me puse nerviosa, pero le expliqué con calma. No quería que se enterara mal en internet o la calle”. Su reacción, aunque sencilla, refleja un reto enorme para muchas familias: cómo hablar de sexualidad con los hijos sin miedo ni silencios.
Embarazo adolescente y VIH: las cifras detrás del silencio
En Yucatán, hablar de sexualidad no es un lujo, es una necesidad. El Consejo Estatal de Población reportó en 2023 un total de 127 embarazos en adolescentes de 10 a 14 años, de los cuales 30 fueron en Mérida. En municipios como Halachó, Chemax, Umán y Kanasín, el problema se agrava: 95% de los embarazos adolescentes están vinculados a situaciones de abuso sexual, muchas veces dentro de la propia familia.
En paralelo, la epidemia de VIH persiste. Según datos de la Secretaría de Salud, en el primer trimestre de 2025 se registraron más de 300 nuevos casos en Yucatán, lo que equivale a un diagnóstico cada siete horas. El grupo más afectado es el de 25 a 29 años, aunque también se han identificado casos en jóvenes de 15 a 19 años. Mérida concentra la mayoría, con 364 diagnósticos activos.
Voces desde la salud
La doctora Alejandra Tun, sexóloga clínica, subraya: “El embarazo adolescente y el VIH no son solo problemas de salud pública, son el reflejo de que las familias todavía evitan hablar del tema. La educación sexual no inicia en la escuela, sino en casa”.
Por su parte, Juan Carlos Cervera, integrante de la asociación civil Repavih, que trabaja en prevención y acompañamiento a personas con VIH en Yucatán, advierte: “Nos encontramos con jóvenes que nunca tuvieron una plática sobre métodos de protección con sus padres. Ese vacío lo llena la desinformación, y muchas veces llega demasiado tarde”.
Padres que deciden hablar
En el fraccionamiento Las Américas, Jorge, padre de una niña de 9 años, decidió adelantarse: “No quiero que mi hija tenga miedo de preguntar. Hablamos del cuerpo, del respeto y del consentimiento. No se trata solo de sexo, sino de aprender a cuidarse”.
En contraste, doña Carmen, abuela en el centro de Mérida, reconoce la dificultad: “A mí nunca me hablaron de esto. Siento vergüenza, pero sé que ya no podemos quedarnos callados”.
Recomendaciones desde la sexología
Los especialistas coinciden en tres claves:
- Iniciar desde la infancia con explicaciones sencillas sobre el cuerpo y los límites.
- Ajustar el lenguaje a la edad, sin recurrir a mentiras.
- Mantener la confianza como un canal abierto, en lugar de esperar “la gran plática” a la adolescencia.
“Hablar de sexo no incita a los jóvenes a tener relaciones más temprano; al contrario, les da herramientas para tomar decisiones responsables”, recalca la Dra. Tun.
Un cambio cultural en marcha
Aunque el tema sigue siendo delicado en Mérida, cada vez más familias y organizaciones se suman a abrir el diálogo. La apuesta, coinciden especialistas, es por una educación sexual integral, donde hogar, escuela y comunidad trabajen juntos.
“Si no hablamos con nuestros hijos, lo harán otros, y no siempre con la verdad”, advierte Cervera, de Repavih.
Como concluye Martha, madre de familia: “Prefiero que mis hijos me pregunten todo, incluso sobre sexo. Es la mejor manera de protegerlos”.
ENTRADAS RELACIONADAS