Suprarreciclaje, el arte de hacer que la ‘basura’ tenga valor
El suprarreciclaje (también conocido como upcycling) es la magia de transformar lo que la gente suele mirar como basura en algo de mayor valor.
Por si no quedó claro, aquí te contamos con un ejemplo local. Elviverde es una marca creada por Elvira Maldonado Flores, “es un concepto que nació con la idea de crear objetos útiles a partir de residuos o desperdicios”.
Aunque esa definición fue la que la misma Elvira dio para su proyecto (y lo que es el suprarreciclaje, claro); mira que actualmente lo que ella realiza ha evolucionado hasta convertirse en arte sustentable.
Este tipo de reciclaje, enfatiza, busca elevar el valor utilitario, pero también estético de los residuos; para lograr esto, ella trabaja con vidrio de botellas de vino, licores y refrescos, ya que este suele ser un producto sin valor monetario en el reciclaje.
“Todo el vidrio que se desperdicia o se desecha va directamente a la basura, mucho del vidrio ni siquiera llega al relleno sanitario y termina en el monte, en los mares, en las ciudades en terrenos baldíos, provocando incendios y representando un peligro para la sociedad en general”.
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Aunque en Mérida están los Puntos Verdes, a donde se puede llevar el vidrio (y otros productos) para reciclar; señala que estos solamente reciben los residuos domésticos, no en grandes cantidades ni rotos, además de que únicamente funcionan como un centro de acopio para luego enviar a otro Estado donde lo transforman nuevamente en botellas.
“El camino del vidrio hacia el reciclaje es larguísimo y costosísimo”. Fue precisamente por eso que ella decidió trabajar con este recurso y no otro. “Se desecha en grandes cantidades y realmente no se hace nada con ese material”.
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¿Cómo realiza el suprarreciclaje con vidrio?
Sin comprar ningún producto (excepto por hilos de vez en cuando y productos eléctricos, por seguridad). Todos sus materiales son residuos de otras personas.
“Llevo 12 años desarrollando mis habilidades y mejorando la calidad de mi producto al grado de que ya puedo decir que ofrezco productos bellos con un toque de arte y que, además, al estar hechos con desperdicios son amigables con el planeta”.
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Explica que la diferencia del reciclaje, que busca reiniciar el ciclo del vidrio (volviendo a hacer otra botella); con el suprarreciclaje, lo que pretende es sacar del ciclo los residuos, creando productos nuevos y completamente distintos a lo que eran al principio.
Por ejemplo, ella logra transformar botellas en vasos, jarras, floreros, hieleras, salseras, ceniceros… ¡Y todo lo que la creatividad le permita! “Esto les da mucho valor utilitario y también estético a los desperdicios”.
Para hacerlo posible, crea alianzas con negocios como Cafetería Impala, Amaro, Sabino y otros sitios que le donan sus residuos de vidrio (que separan de otros residuos).
Con procesos de corte, pulido y grabado a mano, Elvira consigue que, no solamente el vidrio no sea parte de toneladas de basura, sino que además tenga una vida completamente nueva; realizando productos manuales y artesanales que también evitan la alta demanda energética.
“Es un trabajo muy fuerte y rudo, pero es con la idea de que el gasto de energía sea el mínimo, es más el trabajo humano”.
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Compara también en ese sentido el valor que incrementa en términos ambientales el suprarreciclaje en comparación con el reciclaje, pues el primero requiere el trabajo de las personas, mientras que el segundo prescinde de fundidoras con grandes gastos de energía.
Por todo esto, destaca que “hay algo antes que hacer del reciclaje y es el suprarreciclaje”.Ella misma opta por el reciclaje a través de Mermex cuando recibe vidrio que por alguna razón no puede utilizar, así como con los retazos que le sobran luego de hacer sus productos.
¿Por qué optar por esta vía?
“Mientras haya seres humanos sobre este planeta, va a haber basura, eso es inevitable… Somos una especie consumista y la vida cero basura no existe, todos generamos desperdicios de alguna manera; entonces la importancia de hacer cosas con la basura es que de algún modo estemos logrando minimizar el volumen excesivo de basura en el planeta”, sensibiliza.
Lo más importante, resalta, es que utilizar estos productos que normalmente serían basura, permitirá que el futuro sea más verde y limpio; de lo contrario, no habrá un planeta dónde vivir.
Por ello, invita también a analizar antes de comprar cualquier artículo, incluso si es suprarreciclaje porque “mientras menos consumimos, menos desechos tenemos”