Vulnerabilidad y otros terrores cotidianos

PorCecilia Abreu

11 de mayo de 2023

Hay que vulnerarse para poder crear vínculos profundos, relaciones verdaderas.

No hay una sola persona en esta Tierra que viva sin sentir vulnerabilidad, sin embargo, sí hay quienes jamás la han expresado en voz alta o siquiera la han volteado a ver dentro de sí… ¿Por qué esta sociedad nos enseña que hay que temerle hasta el punto de huir de ella y fingir que no existe?

Si bien es cierto que es preciso encontrar espacios seguros para expresar nuestra vulnerabilidad porque contiene nuestro lado más profundo y aquel que puede hacernos tambalear, muy pocas veces —por no decir nunca, hay quienes hemos tenido la fortuna de escucharlo— se habla de lo importante que es abrir esa cajita de vez en cuando.

Y es que es incluso un tipo de autocuidado reconocer la fragilidad humana que tenemos, para poder abrazarla, abrazarnos, pero también para dejarnos abrazar.

Es natural que la gente huya tanto de ver dicha vulnerabilidad dentro de sí, ya que significa enfrentar muchas cosas que nadie nos enseñó cómo enfrentar. Pero estoy segura de que mientras más se le evita, más crece… No deja de existir, solo encuentra por dónde salir.

A veces lo hace en dolores de estómago, en ocasiones aparece con migrañas y, así, va encontrando por dónde salir; pero no se va. En algunos casos, se convierte en ansiedad, con crisis severas o ataques de pánico que no dejan más remedio que acudir a terapia o encontrar la forma de mirar hacia adentro al fin.

Aunque reconozco que a todas las personas en algún momento nos han llegado a asustar nuestras emociones precisamente por la vulnerabilidad a la que nos llevan, creo que el permitirnos sentirlas, lejos de hacernos daño, nos libera.

Cuando te niegas sentir tristeza, no se va, se hace más grande o cambia de forma —y así pasa con cualquier emoción—, por eso, permitirnos sentir nos lleva a aprender y crecer, encontrando herramientas para vivir la situación en la que nos encontramos.

Según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 19.3 por ciento de la población adulta en México tiene síntomas de ansiedad severa y 31.3 por ciento tiene síntomas de ansiedad mínima o en algún grado; es decir, 50.6 por ciento de la población tiene ansiedad de algún tipo.

Y, aunque ésta puede presentarse por diversos factores más allá de hablar o no acerca de las emociones personales; la falta de este diálogo puede conducir a ciertas problemáticas que incrementan la situación.

Acompañarnos nos sostiene y, claro, esto no significa que mostraremos nuestros sentimientos más profundos con cualquiera; pero sí que necesitamos aprender a identificar y encontrar quiénes son esos sitios seguros para llegar cuando necesitamos.

La vulnerabilidad representa un terror cotidiano y por eso muchas veces evitamos mostrarles a las personas que queremos lo que sentimos, esperando que crean que somos fuertes, lo que nadie nos dice es que somos fuertes, precisamente porque sentimos.


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