Luego de que los concesionarios del transporte público asociado al sistema Va y Ven, solicitaran que su opinión se tomara en cuenta para la planeación presupuestal 2026, informaron que ya fueron integrados de manera oficial a la mesa de trabajo para dicha planeación de la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY).
En la primera reunión que sostuvieron para este objetivo, dijeron, expusieron propuestas que fortalezcan el modelo público-privado para beneficiar a las y los usuarios fue precisamente entre estas que sugirieron implementar un bono de movilidad laboral para que las empresas otorguen un apoyo a las y los trabajadores a través de las tarjetas del Va y Ven.
«Con la ventaja de que sea deducible para efectos fiscales y no considerado como ingreso para el trabajador. De esta forma, se estimularía el uso del transporte público entre la población económicamente activa, generando beneficios sociales, ambientales y económicos».
Sostuvieron que este bono, no solamente beneficiaría a la clase trabajadora, sino que incentivaría el uso del transporte publico y además convendría a las empresas, pues tendrían la posibilidad de realizar la deducción fiscal; esta propuesta, informaron, fue tomada de modelos internacionales como el de Caxias do Sul, Brasil.
Pero esta no fue la única aportación que realizaron en la mesa de trabajo, apuntaron también que el transporte debe reconocerse el transporte público como una infraestructura hacia el desarrollo de Yucatán con el fin de obtener el respaldo financiero que necesita este servicio para la movilidad de miles de ciudadanas y ciudadanos. En ese mismo sentido, plantearon la creación de un fondo de emergencia que permita hacer frente a imprevistos operativos o retrasos en los pagos, evitando afectaciones al servicio o a los usuarios.
Igualmente señalaron la importancia de definir con claridad un esquema de pago por kilómetro que sea justo y sostenible.
«Desde el inicio del sistema Va y Ven, los costos de operación han aumentado significativamente por el alza en insumos como el diésel, refacciones, mantenimiento y mano de obra. Aun así, no ha habido una actualización del precio por kilómetro. Por ello, propusimos avanzar hacia un cálculo más equilibrado, que permita asegurar la viabilidad operativa del sistema sin afectar a los usuarios».
Desde la visión de los concesionarios, formar parte de las mesas de trabajo para la planeación presupuestal del 2026, es un paso positivo para mejorar la coordinación institucional, así como la transparencia y corresponsabilidad por un sistema de movilidad sostenible e incluyente.
«Nuestro compromiso sigue siendo firme: construir un modelo eficiente, humano, accesible y financieramente sostenible, que esté a la altura de las necesidades de la ciudadanía», aseguraron 15 empresas involucradas, entre ellas: Circuito Metropolitano, Minis 2000, Minibuses del Poniente, Mobility Mérida.
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