“Misteriosos y elegantes, amorosos pero independientes, compañeros silenciosos o, en ocasiones, demasiado expresivos. Dueños de su espacio y observadores implacables. Son los gatos.”
Así los describe Paola Valsecchi y hace una fantástica descripción de nuestra compañía más auténtica, más especial e incomparable.

Existen diversas fechas para conmemorar a nuestros adorados felinos, pero el 8 de agosto resulta ser una fecha cada vez con más adeptos para dedicarles una celebración máxima, “El Día Internacional del Gato”, que va creciendo en popularidad comienza a extenderse (y es perfectamente comprensible) a todo un mes, siendo agosto “el mes del gato”.

Treinta y un días para sentirnos afortunados de cada ronroneo, lamido, panza arriba, cacería, juego y parpadeo de ojitos que nos llena de amor el corazón. Sobra decir que son días especiales los de este mes, pero ¿acaso no es una celebración continua el tener a un ser tan especial a nuestro lado?, quienes vemos en estos mágicos seres bigotones a nuestros más amados compañeros y compañeras de cada día, nos llenamos de gratitud con cada experiencia y tiempo compartido. Ya lo diría Sigmund Freud “El tiempo que se pasa con un gato, nunca es tiempo perdido”.
Y sin duda, escritoras y escritores como Julio Cortázar, Elena Garro, Carlos Monsiváis, Colette, Charles Dickens, Jorge Luis Borges y la ganadora del Nobel de Literatura, Doris Lessing, estaban totalmente de acuerdo con el psicoanalista austríaco; seguramente también estarían en sintonía con Víctor Hugo autor de “Los miserables” quien dijo “Dios creó al gato para darle al hombre el placer de acariciar a un tigre”.
No son pocas las personas alrededor del mundo que caen rendidas ante su majestad bigotona. Esa criatura peluda y adorable que se sabe dueña del fervor y la admiración más poderosa que puede ejercer un animal doméstico. No me permitirán mentir quienes han detenido sus movimientos y respiración “al haber sido elegidos” por un gato sobre el regazo.
¿Quién es esa exquisita especie que parece venir de otro planeta? ¿Quién es ese mamífero de suave pelaje y profunda mirada cautivante capaz de ser musa de los más grandes poetas?
El chileno Pablo Neruda les dedicó su Oda al gato, que comienza así: “Los animales fueron/ imperfectos,/ largos de cola, tristes/ de cabeza/. Poco a poco se fueron/ componiendo,/ haciéndose paisaje,/ adquiriendo lunares, gracia, vuelo./ El gato,/ solo el gato/ apareció completo/ y orgulloso:/ nació completamente terminado,/ camina solo y sabe lo que quiere”
Existen mininos felices que han entregado mucha felicidad a sus familias, Delilah de Freddie Mercury, Kitty Purry de Katty Perry, Ramón de Joy Huerta y Yoyo de Lupita Nyong’o son algunos de los michis más famosos de los famosos y seguramente ejemplos representativos de todo el amor que pueden llegar a tener en numerosos hogares.

Desafortunadamente no toda historia felina es una historia de felicidad, solamente en nuestra ciudad, a diario podemos encontrarnos mininos callejeros y ferales que sufren las peores atrocidades de las que es capaz la especie humana. Con horror y profundo dolor quienes adoramos a los gatos leemos noticias espantosas sobre envenenamientos y crueldades de las que son objeto estos inocentes seres.
Es por ello por lo que la esterilización es parte fundamental del cuidado y responsabilidad de tener un gatito o gatita en casa, si realmente admiras, quieres y deseas cuidar a un gato, esteriliza. Una gata puede tener hasta tres camadas al año, con un promedio de 4 a 6 gatitos por camada. Esto significa que, en teoría, una gata podría tener entre 12 y 18 gatitos en un año. Y en toda su vida fértil: entre 50 y 150 gatitos. Una sola gatita.
¿Puedes imaginar a 18 gatitos muertos?, es espantoso recrear la imagen. Tan sólo nombrarlo. Esterilizar y proteger a nuestros felinos es una responsabilidad compartida que todas las personas debemos asumir. Hay muchas maneras de ayudar, el primer paso es querer hacerlo; puedes adoptar, esterilizar, donar a refugios, o incluso cuidar de ellos en la calle. También puedes unirte a grupos locales de rescate y adopción para difundir información y colaborar con sus esfuerzos. Acércate a alguna veterinaria cerca de tu domicilio, suelen orientarte sobre a dónde dirigir tu entusiasmo por ayudar.
Su majestad, en la literatura y el cine
Los antiguos egipcios no mintieron. Tenemos a la realeza en casa.
Conocer sobre el mundo felino, desde la ficción, hasta lo científico, nos da múltiples herramientas para cuidarles y amarles de mejor manera. La literatura es basta para acercarnos a esos pasitos silenciosos de elegante y reflexivo andar. ¿Quieres regalar un libro a un michi lover? Aquí una lista que toda Karen o Karencio va a adorar (Te dejamos algunas recomendaciones más en la imagen anexa.

- El gato que venía del cielo de Takashi Hiraide: Una novela japonesa que explora la transformación de la vida de una pareja con la llegada de un gato.
- Los gatos guerreros de Erin Hunter: Una saga que sigue las aventuras de gatos salvajes.
- El gato que curaba corazones de Rachel Wells: Un libro sobre un gato que ayuda a personas con problemas emocionales.
- Dewey, el gato bibliotecario de Vicki Myron: Basado en una historia real, narra la vida de un gato abandonado que se convierte en símbolo de una biblioteca.
- Cómo saber si tu gato planea matarte de The Oatmeal: Un libro humorístico con ilustraciones sobre el comportamiento felino.
- Los gatos y el arte de la vida de Stéphane Garnier: Un libro que explora la filosofía de vida de los gatos para una existencia más relajada.
- El sentido del humor de los gatos de Paul Corey: Un libro que analiza el humor en el comportamiento felino.
- Gatos ilustres de Doris Lessing: Un libro sobre las experiencias de la autora con gatos a lo largo de su vida.
- La mente de tu gato de John Bradshaw: Un libro que explora el comportamiento y la psicología de los gatos.
- Un gato callejero llamado Bob de James Bowen: Basado en una historia real, narra la amistad entre un hombre y un gato callejero.
Pero si lo tuyo no es leer (aunque juramos que hasta en ello los michis llevan su magia y te harán amar la literatura) te dejamos una propuesta para palomear felinamente.
«Oliver y su Pandilla», “Los aristogatos”, «Kedi», «Un Gato Callejero Llamado Bob», «La Vida Electrizante de Louis Wain» y «A Propósito de Llewyn Davis»
Un amor incondicional
Amar a un gato es un compromiso de día a día, desde el momento en que llega a tus manos, posiblemente en una cajita de cartón y te muestra sus adorables ojitos de recién nacido, hasta cada minuto de sus latidos hasta alcanzar la senectud.
Hay quienes adoptan, cuando en realidad somos adoptados, somos elegidos por criaturas divinas que te entregan todo su ser. Cada momento vivido al lado de ellos, desde los luminosos hasta las temidas visitas al veterinario dan cuenta del amor más puro que podamos tener.
Un amor irrestricto.
Quien le entrega su amor a un felino, ha encontrado una forma muy profunda de amar.
A lo largo de mi vida he tenido gatitas y gatitos que fueron transformando mi manera de relacionarme con el mundo animal y por supuesto con mis congéneres. Cada una, cada uno, guarda un lugar importante en mi memoria y alma. Esa es una de las grandes virtudes de los animales, nos acercan a ser mejores seres humanos. Si los respetamos, y lo sabemos escuchar.
Hoy por hoy, comparto mi vida con uno de esos luminosos seres. Él cambió mi vida por completo. La transformó en su totalidad. Hay un antes y un después. Así de trascendente es. Me siento bendecida.
Cada gatito es una huella digital. Único en el mundo. No hay dos iguales. Nunca lo habrá. Siéntente afortunad@ de tener un pedacito del cielo en casa. Ámale y cuídale intensamente, entrégate a su “felinura”, que no hay recompensa más grande que la belleza sonora de un “miau”.
Con todo mi amor, mi infinito amor para él. El Gran Rey. El Tigrillo de mi vida.

Daniela Esquivel: Directora de escena, promotora de lectura, profesora y colaboradora de medios digitales. Exploradora gastronómica y lectora incansable. Nómada entre la Gran Tenochtitlan y la Tierra del Faisán y del Venado.
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