Astro, la enorme importancia de una gran atención

ByDaniela Esquivel

12 de febrero de 2025

No todo lo francés resulta ser Emilia Pérez, mantengamos la calma.

Para fortuna de la humanidad existe la gastronomía como un medio de encontrarnos en rincones de convivencia y alegría.

La cocina francesa reconocida por su sofisticación y tradición, y declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010, nos ha regalado platillos deliciosos que permanecen como clásicos de la cocina para goce de quienes encuentran en los alimentos una pausa o un regalo entre tantas situaciones cotidianas que nos llegan a sobrepasar. Al asistir a un restaurante somos convocados a un momento especial, en la mayoría de los casos a celebrar alguna fecha memorable, por lo mismo, buscamos que la experiencia sea lo más grata posible.

La sopa de cebolla no por sencilla a todos les sale bien, es un platillo que requiere de paciencia y observación, de entrega y mucha sazón. Es engañosa y ahí está el truco, en que se pueda llegar a pensar que una sopa de pocos ingredientes no tendrá un grado de dificultad, este platillo clásico de clásicos siempre sorprende, no hay medias tintas, o se ama o se odia. Montado con el pan cubriendo el plato, nuestra sopa espera el veredicto y resulta bastante reconfortante como se buscaba, una suave caricia al olfato y gusto.

El siguiente platillo, un risotto con pato es el premio de la elección, absolutamente exquisito y perfecto. Aunque estrictamente de origen italiano, la cocina francesa, embajadora de la cocina mundial, logró fusionarlo con una de sus principales proteínas. Se acompañó con una copa de Cuvée des Galets, recomendación de Javan, nuestro joven y amable mesero que hizo una excelente propuesta ante lo que se buscaba. Aquí es donde una gran mención es necesaria, Javan desde el recibimiento, fue cálido, sonriente y amable, su atención fue inmejorable y tan grato que llegamos a compartir una breve conversación, “me gusta mucho trabajar aquí, disfruto todo en Astro, su ambiente, su propuesta, todo lo que aprendo”, es notorio que ama su trabajo pues la energía que emana lo comprueba totalmente.

Todos los postres ofrecidos eran muy tentadores, pero para una fan del chocolate es imperdible un Mousse con higo. Y aquí viene otro momento protagónico de Javan, que nos despidió literalmente con un buen sabor de boca. El mousse era delicioso, pero algo malo había ocurrido con los higos. Al comentarle que posiblemente los higos habían sido cortados con algún cuchillo al que no se le retiró correctamente el sabor anterior y los frutos lo habían absorbido él inmediatamente retiró el postre, disculpándose y llevándolo a la cocina. Jamás puso en duda el comentario hecho y eso fue una sorpresa profunda ante una comensal que muchas veces ha sido puesta en duda sobre sus comentarios, no por erráticos, más bien por la soberbia de quien recibe los mismos, en algunos restaurantes he llegado incluso a solicitar la presencia del chef o gerente para compartirle la observación y tristemente en diversas ocasiones lo que se dice no es tomado con atención y agradecimiento. Javan hizo lo que todo amante de su restaurante hace, cuidarlo a él y por supuesto a su comensal.

Al colocar el nuevo mousse en el centro, nuevamente ofreció una disculpa y nos compartió que en efecto había habido un error en cocina en el uso de una tabla para picar. ¡Gracias! El hecho de que el comensal no se sienta regañado o menospreciado por su intervención es una total señal de que Astro cuida cada detalle y que sus visitantes somos su prioridad.

Bon appetit.

Daniela Esquivel: Directora de escena, promotora de lectura, profesora y colaboradora de medios digitales. Exploradora gastronómica y lectora incansable. Nómada entre la Gran Tenochtitlan y la Tierra del Faisán y del Venado.

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