El INEGI (Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática), recién público la octava edición sobre la practica del Ciberacoso en el país, cuya medición comprende de julio de 2022 a agosto de 2023 y… ¿Cómo nos fue a los yucatecos? En Vive Mérida compartimos los resultados.
En general esta práctica en el país aumentó 2.9%; en particular en Yucatán pasamos del 27.9% al 20.7%, bajamos ocho puntos porcentuales con respecto al 2022.
Ciberacoso por género
Los hombres fueron 1% más ciberacosados que las mujeres. La población más vulnerable son los niños y jóvenes entre los 12 y 29 años, siendo los más acosados los de 20 a 29 años, y el 46% de los casos registrados se encuentran en estos rangos de edades.
En cuanto a las mujeres, la situación es la misma la población que más ciberacoso recibe está entre los 20 y 29 años, pero a diferencia de los hombres, el 60% de los casos se presentan entre los 12 y 29 años.
Los bachilleres, los que mejor se defienden
En cuanto al nivel de estudios que tienen las personas que son víctimas de ciberacoso, resulta que los que los que mejores armas tienen para defenderse son aquellos que están cursando la educación media superior (Bachillerato) con un 29.9%, mientras los niños y adolescentes que cursan la educación básica son los más vulnerables con un 38.3%, mientras que los universitarios fueron acosados en 31.2%
A más horas conectados, mayor posibilidad de ser ciberacosado
Mientras más tiempo una persona está conecta a Internet a la par que esta utilizando las redes sociales, tiene mayores oportunidades de ser ciberacosado, en Yucatán, las personas que son víctimas de ciberacoso pasan cerca de 6 horas conectadas diarias, lo que facilita ponerse en el radar de los ciberacosadores y ser receptores de fraudes, ser contactados por identidades falsas, o recibir contenidos o propuestas sexuales.
En suma, todavía hay mucho trabajo que hacer para erradicar al ciberacoso, que en realidad sólo es un tipo de violencia de las muchas con las que coexistimos. El gran pendiente sigue siendo las infancias que siguen demostrando un grado importante de indefensión que sólo podrá ser contrarrestado principalmente por los padres de familia.
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