Jue. Ago 21st, 2025
El mercado inmobiliario de Yucatán ha crecido tanto y tan descontroladamente en los últimos años que las estafas dentro del mismo no son una sorpresa, sino que se presentan en repetidas ocasiones, especialmente en la compra-venta de terrenos.

En esta ocasión, acusan a J.C.R.S. de estafar desde la empresa BCR INMODES, S.A. de C.V., quien vendió el proyecto Cuyagua, mismo que según una auditoría es inviable de realizarse, pues se encuentra ubicado en un Área Natural Protegida (ANP).

El primer foco rojo que identificó Luis Rodríguez Durán cuando compró en el proyecto Cuyagua fue que le pidieron firmar los documentos «como en la pandemia», es decir, a través de una aplicación sin validez; por lo que él exigió que todo fuera firmado en contratos impresos.

La siguiente alarma que detectó fue que cada vez que intentaba pedirle una devolución, percibiendo atrasos en el desarrollo y falta de seriedad del proyecto, le ofrecían comprar más bajándole los precios de una manera que evidentemente sería insostenible.

En su caso, considera que lo justo, luego de conocer la situación real del proyecto, sería que se le regrese su dinero: un millón 250 pesos que invirtió en este proyecto. Y es que además, tuvo que invertir 50 mil pesos en el Due Dilligence que le demostró que el «desarrollo» era inviable.

Un Due Diligence es la auditoría legal realizada por consultores externos para determinar el “debido cumplimiento” de las disposiciones legales aplicables, en este caso, al terreno. Esta auditoría implica la revisión de documentos, así como en el propio sitio para conocer la situación y, en dado caso, identificar los faltantes que se presentan. En el Due Dilligence que realizaron de Cuyagua, en Tizimín, Yucatán, el resultado fue que el proyecto –como fue presentado– es inviable.

La inviabilidad, según la consultora que realizó el Due Dilligence, ocurre porque el predio se encuentra ubicado en un ANP, por lo que únicamente se podrían realizar actividades en beneficio a los pobladores del lugar sin que se contraponga a la finalidad del ANP, como podrían ser: proyectos acuícolas, turísticos, de investigación. Estas actividades, siempre que cuenten con autorización de impacto ambiental y los estudios correspondientes.

El proyecto Cuyagua, tal como le fue vendido a Luis fue declarado inviable porque su objetivo no clasificaba entre los permitidos dentro del ANP, en palabras de la consultora Cuyagua «es incongruente con los lineamientos propios de ser un Área Natural Protegida de la modalidad Reserva de la Biósfera».

¿Qué ofrece el proyecto?

Cuando venden Cuyagua, lo hacen diciendo que se trata de un desarrollo en propiedad privada que contará con calles de terracería, iluminación en avenidas principales y será dividido/fraccionado, además, dicen que los lotes son semi-urbanizados con uso de suelo mixto.

En su «máster plan» también ofrecen al proyecto con áreas destinadas a usos recreativos, parques, gimnasios al aire libre o de usos múltiples. Todo esto, dividido en seis etapas.


Sin embargo, ninguna de estas características es posible por encontrarse en un ANP, según comprobó la consultora que realizó el Due Dilligence.


Compradores del proyecto piden devolución

Luis no es el único que ya se dio cuenta de la inviabilidad del proyecto. También Michelle Berra Franco al darse cuenta de que les vendieron un proyecto que no será posible desarrollar, ha decidido tomar acción al respecto.

«Desde el principio fueron engaños porque nosotros estábamos buscando terrenos que dieran a la carretera y nos dijeron que Cuyagua daba hacia ahí»… Sin embargo, cuando le enviaron la documentación correspondiente y al visitar el sitio donde había comprado, se dio cuenta de que la ubicación era otra y no en la carretera.

Tras esta situación, le ofrecieron cambiarle el terreno que había comprado, por uno más grande; como compensación. Aceptó por el beneficio de tener un terreno más grande, sin embargo, no firmó el contrato del cambio porque se lo entregaron precisamente cuando se dio cuenta de que se encontraba en ANP.

«Otra vez lo volvimos a confrontar y nos pidió disculpas, pero nos dijo que tenía otro proyecto enfrente que no tenía ningún problema y nos cambiaría a ese». Y aunque le dio fecha para entregarle la documentación de ese supuesto terreno, pero ella ya no le creyó. Hasta ese momento, no solamente ella había comprado, sino que también su esposo y, entre ambos, habían «invertido» alrededor de 800 mil pesos. Para este punto, lo único que ella espera es que le devuelvan su dinero.

Otro afectado fue Israel Escobar Ramírez, quien decidió invertir en Cuyagua porque un amigo suyo había comprado allí y le dijo que era una buena oportunidad; especialmente porque les habían dicho que se encontraba sobre la carretera principal.

Sin embargo, cuando se dieron cuenta de que la ubicación que les enviaron no coincidía con la ubicación real de los terrenos que habían comprado, llegan a un acuerdo con el vendedor, quien les brindaba un mejor precio por metro… Y así les convenció de continuar en el proyecto.

«Nos habían dicho que los terrenos podían ser habitacionales»… Fue entonces, viendo el panorama, que decidieron realizar el Due Dilligence del que se habló previamente. Al darse cuenta de que estaban «invirtiendo» en un ANP, intentó llegar a un acuerdo con el vendedor J.C.R.S., sin embargo, señala que este le da fecha para hablar con él y nunca llega a la cita.

Fue por esto, que él decidió dejar de pagar; pero ya había pagado 361 mil 636 pesos, dinero que espera recuperar si no le brindan una solución. «Quisiera una respuesta por parte de la compañía», en su caso, está abierto a la posibilidad de aceptar lotes en otro sitio, siempre que sean viables para ser habitables. Pero en caso de no existir esa opción, entonces sí espera la devolución de su dinero.

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