Si viste la película italiana Cinema Paraíso (1988) recordar{as que uno de los puntos de la trama era el derribo del cine del pueblo, porque ya nadie iba, en esos finales de la década de los 80 donde el cine de la pantalla grande venía enfrentando una fuerte batalla por subsistir a partir de la irrupción de las videocaseteras, los videos y los videoclubs, ya que muchos dejaron de ir al cine de venta de palomitas, por la proliferación de estos establecimientos. Esta fue la primera gran batalla que perdió la pantalla grande ante sus espectadores.
Estos son los logotipos de los principales videoclubes que daban servicio en México; los dos primeros: Video Visa y Video Centro, eran de Televisa, y se dice que el único Video Centro que todavía existe está en Tlanepantla de Baz, Edomex. Televisa perdió la competencia con Blockbuster, quien acaparó totalmente el mercado de los videoclubes, empresa que se declaró en bancarrota en 2010, y cerró operaciones en el país en 2014.
En la década de los noventas llegó a México la hoy desaparecida cadena de cines Cinemark, con lo cual el espectador tenía entre 5 y 12 opciones de películas para escoger en un sólo complejo, y si se llegaba tarde a la función, no importaba podría ver la que se ajustara horario de llegada, como decía el esposo de una amiga: «el chiste era meterse en una caja negra con una bola de desconocidos», pero todavía más, el tamaño de las palomitas y los refrescos de volvió Jumbo, finalmente las golosinas podían aguantar toda la trama de la película.
Luego pasó que esas opciones de hasta 12 pantallas, se convertían en 5 o 4, porque se destinaban la mayoría de las pantallas del complejo cinematográfico a proyectar la película del momento; más adelante algunas de estas salas las convirtieron en VIP, con asientos reclinables, y meseros que igual sirven tragos que sushi; por lo general las películas de arte o las muestras de cine pasan a esos aposentos, y por ende las entradas se vuelven más caras.
Las innovaciones continuaron: tercera dimensión, salas especiales para niños con juegos al frente de la sala e intermedio, expedición de aromas para hacer más inmersivas las películas, entre otras estrategias para evitar a todo costa que público abandonará los cines.
La estocada del stremming
A finales de los años 90 del siglo XX, en la industria de la tecnología y en el sector académico se empezaba a hablar de la Convergencia de Medios por la presencia de Internet, donde todos los contenidos que se producían en medios impresos, la radio, la televisión y el cine iban converger en una sala pantalla, la de la computadora conectada al Internet, y así pasó 15 años después, a todos estos contenidos se tenía acceso por Internet.
En este sentido, la siguiente estocada que recibe la pantalla grande es Netflix en 2007, plataforma que transmite bajo demanda películas, programas de televisión, documentales a través de Internet, bajo el pago de una suscripción. Los primeros en recibir la estocada final fueron los videoclubes, y los que siguen luchando con uñas y dientes son los cines quienes perdieron una gran batalla contra las plataformas bajo demanda durante la pandemia, saldos de una derrota que hoy se traduce en 286 complejos cerrados en todo el país.
En 2022 se registró que los mexicanos asistíamos 1.4 veces al año al cine.
Entre 2019 y 2022 los boletos del cine aumentaron un 22%
El gran perdedor ha sido Cinemex, quien de las 283 salas cerradas, el 66% son de esta empresa.
En 2023 el reto será alcanzar cuando menos a los ingresos de 2019 de 19 mil 50 millones de pesos en taquillas, ya que en 2022 el pago de entradas junto 12 millones 27 mil pesos, el esfuerzo es por subir más de un 38%.
Aún cuando los estrenos de cintas de superhéroes de Marvel, DC Comics y otras producciones, tales como: Jurassic World Dominio, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, Minions Nace un Villano, Pantera Negra Wakanda por siempre, Avatar: El camino del agua, Ant-Man, Guardianes de la Galaxia 3, Rápidos y Furiosos 10 y sus promociones entraron al quite en 2022. Sin embargo, la recuperación post pandemia es lenta.
Finalmente, cabe mencionar que ir al Cine, desde hace tiempo dejó de ser un entretenimiento barato, particularmente por las golosinas y el estacionamiento, los cuales llegan a ser hasta 100% más caras que las propias entradas, lo que lleva a cambiar el sentido de la frase: El cine como en el cine por Al cine y a los cines hasta donde les alcance.
Foto de portada tomada del blog del blogdesuperheroes.es / Información estadística del Diario El Financiero