El partido de hoy decidirá si la Selección Mexicana permanece en el Mundial de Qatar 2022.
Sea o no un patrón repetido por personas “demasiado inteligentes” –como algunos psicólogos sugieren- lo cierto es que muchos tenemos la costumbre de dejar todo para el último minuto, desde las tareas escolares hasta un trámite oficial, pasando por las labores domésticas y, en los peores casos, alguna consulta médica.
Una práctica que se relaciona con la falta de hábitos de trabajo efectivos y el exceso de confianza en los propios talentos, que conduce al mínimo esfuerzo, pensando que de cualquier manera “algo saldrá”, sin importar que sea un logro menor al ambicionado en un principio… y eso le ha ocurrido también al deporte mexicano.
Amén de la corrupción en las federaciones deportivas de la que todos hablan pero a la que nadie atiende, el futbol mexicano tiene deficiencias en la formación de talentos y la mayoría de los clubes tienen un superávit de extranjeros que si bien aporta calidad y experiencia a la Liga MX, impacta negativamente el número de lugares disponibles para los nuestros.
Por si fuera poco, la mayoría de los partidos que disputa México dentro de la CONCACAF son contra equipos que les exigen poco, de manera que la Selección Nacional logra clasificar con poco empeño y no requiere –ni quiere- esforzarse de más.
Hoy es el último partido de México en la Fase de Grupos y las posibilidades de avanzar son pocas pero no nulas. Esta es su oportunidad de hacer historia, de reescribir el que ha sido su peor comienzo en un Mundial desde Argentina 1978 y para ello, el equipo dirigido por Gerardo Martino necesita ganarle a Arabia Saudita por lo menos con tres goles y confiar en que la escuadra Argentina sea derrotada por Polonia.
Así es que no queda más que cruzar los dedos y esperar que la Selección Mexicana logre la hazaña de pasar a Octavos de Final aunque sea “de panzazo” y siguiendo -aun de manera involuntaria- esa tradición de dejarlo todo para el último minuto.
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