Si eres mexicano y especialmente yucateco, imagina un lunes sin frijol con puerco ¿impensable verdad? Seguramente ni tú, ni tus hijos y nietos lo consideran en sus pensamientos, pero tal vez a tus bisnietos se les reducirían las oportunidades de saborear dicho manjar, porque el Cambio Climático, el quehacer científico y las políticas agroalimentarias, no coincidieron en el tiempo y espacio para seguir produciendo frijoles.
En Viva Mérida conversamos con la Voz Experta del Dr. Jaime Martínez, adscrito al Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), quien nos platicó de un frijol que como una “cucaracha” es capaz de soportar diversos ecosistemas, se trata del Frijol Lima, y del cual la Milpa Maya lo tiene en el top 5 de sus cultivos ¿pero qué tiene de especial esta leguminosa particular:
“En la cultura maya se le conoce como ibe es la segunda especie de frijol que se consume a nivel mundial, y es cultivado por diversos grupos étnicos desde México hasta Brasil, y los últimos hallazgos han demostrado que este frijol tiene una mejor base genética que el frijol común lo que le permite ser cultivada desde 0 a 2 mil 500 metros a nivel del mar.”
Sin embargo, por costos de producción el frijol común (Phaseolus vulgaris) es el que más se produce y consume, pero su composición genética no le permite resistir las adversidades que puede llegar a presentar con el Cambio Climático.
“Los cambios de clima a consecuencia del cambio climático, van ha producir malas cosechas, ya que se pueden generar plagas por los cambios de temperatura en los diferentes cultivos.”
Dr. Jaime Martínez
Una gran preocupación del Dr. Martínez es el desabasto que puede haber de la leguminosa a razón de cosechas fallidas lo que puede provocar problemas de seguridad alimentaria, y por ello considera que el Frijol Lima puede contribuir a reducir el riesgo de esta situación, ya que el frijol común tiene una base genética reducida, por lo que va ser más complicado que su cultivo se adapte a nuevas condiciones climáticas.
Una analogía con el maíz
“La gente prefiere comer un maíz de grano blanco, grande y dulce, pero para llegar a un maíz de esas características tuviste que eliminar a todos los genes que implican tamaño más pequeño, coloraciones, sabores diferentes, pero como nuestra sociedad prefiere sabores y colores muy particulares, entonces los mejoradores genéticos lo que han hecho es ofrecer a la sociedad lo que ella quiere.” Apunta Martínez.
El mejoramiento genético de las especies que atiende a la sociedad de consumo sobre las debilita y son más proclives a que se atraigan plagas, y no es lo más adecuado para atender la contingencia que nos presenta el Cambio Climático, se tiene que buscar producir especies que se adapten a distintos climas, por ello se tiene que apostar a la investigación que garantice la producción y el abasto de la leguminosa.
Aunado a esto, el Dr. Martínez reconoce que los campesinos ya actúan en el sentido que va el Cambio Climático, ya que ellos planean sus cultivos conforme las características del clima, no sólo del frijol sino de otras especies.
También, el Dr. Martínez señala que también es importante como sociedad trabajar en los hábitos de consumo de la población, de que los paladares prueben otros sabores, texturas y los acepten y con ello incentiven la producción y el mercado de consumo de otras variedades de cultivo bajo la temporalidad del mismo porque más allá de los gustos hay que ponderar la seguridad alimentaria.
Finalmente Martínez apunta que ante esta situación es importante seguir fomentando la investigación, el cultivo y el consumo de este tipo de frijol como parte de la política agroalimentaria del país. Una nota que hace el Dr. Martínez es la falta de información por parte de las autoridades sobre hectáreas sembradas y recolectadas, y la falta de una comunicación con el sector científico y los medios de comunicación para coordinar políticas agroalimentarias que permitan enfrentar el Cambio Climático.