Del diario o cada semana hay quienes visitan los mercados para comprar los insumos con los cuales va preparar la comida del día o la semana, las verduras, las frutas y las carnes y si la economía lo permite uno que otro antojito, y si el tiempo y el dinero les da puede que desayunen, almuercen y coman ahí, pero el espacio donde converge este acto comercial se le suma un valor agregado que es la diversidad viral.
Carlos Machaín Williams, Profesor investigador titular B adscrito al laboratorio de arbovirología de la Universidad Autónoma de Yucatán, manifestó que los mercados deben ser considerados como espacios donde circulan una diversidad viral que pueden tener un gran impacto en la salud humana y animal.
Explicó que los virus emergentes y reemergentes son considerados dentro de los principales problemas de salud pública a nivel mundial, y que éstos son en su mayoría de origen zoonótico, es decir, se encuentran en los animales silvestres o domésticos, y es por ello que es preciso estudiarlos.
¿De qué se trata?
El estudio que realiza Machain, tiene por objeto captar la presencia de virus en los mercados, los cuales se encuentran naturalmente en los animales de consumo como son el cerdo, la res, las aves y que pueden comprometer la salud, tanto de locatarios del mercado como de los visitantes y consumidores del mismo.
De acuerdo con Machain los virus son producto de las alteraciones que los propios seres humanos hacemos del ambiente para adecuarlo a nuestras necesidades como son la deforestación o la producción animal en granjas lo que hace que se generen distintos patógenos que persisten hasta que los productos llegan a casa de los consumidores.
Otra fuente de patógenos se encuentran en las aguas residuales en el mercado, así como los mosquitos que circulan en el establecimientos, los cuales ya son resistentes a insecticidas, así como los desechos en los baños, ante esta situación es necesario una vigilancia genómica y epidemiológica sistemática para la identificación temprana y el control de virus zoonóticos y con ello determinar qué tratamientos y previsiones se pueden tomar en beneficios de este tipo de establecimientos, apuntó Machain.
El experto indicó que la intención de los estudios que se hacen en los mercados por su papel en la seguridad alimentaria, y para mantener los ingresos de las comunidades que en ellos interactúan.
.Asimismo, el profesor indicó que los mercados al ser generadores de empleo, quienes laboran ahí son los más propenso a contagiarse de algún virus, y al finalizar la jornada se los llevan a sus familias propiciando así cadenas de contagio.