Mis últimos artículos los he venido desarrollando alrededor de entender la movilidad en la ciudad de Mérida, sus mejoras o sus deficiencias. En este sentido, deseo resumir algunos puntos que considero importantes para que ustedes saquen sus propias conclusiones:
Disminuir el uso del vehículo unipersonal: En el caso del aumento del parque automotor, es un reto frenarlo porque depende más de las autoridades, estas deberán entender que no se trata de ampliar carriles, eso sólo traerá como consecuencia una mayor demanda; ni de crear ciclovías expuestas al sol; tampoco se trata de cerrar todas las calles y declararle la guerra al auto, es oportuno tomar la palabra al arquitecto francés Philippe Chiambareta, para la agencia de noticias DW: “Se trata de usar evidencia científica y no hacer cambios por ideologías”. ¿Será posible un consenso entre todas las partes y que se entienda que el adecuado diseño urbano, el que los habitantes puedan trasladarse y tener mayor variedad de modos de transporte, con rutas alternas, es inversamente proporcional a menos horas hombre en el tráfico, y que atender esto hoy, es a todas luces una mejora en la productividad y bienestar social sin tener que desplazar, gentrificar negativamente, ni apropiarse inadecuadamente de la cultura yucateca? Creo que la respuesta es SÍ ¿Cuál sería tu respuesta?.
Transporte público.: Recogí la opinión del urbanista Ángel Barrera, que nos ilustró sobre una de las posibles soluciones para este sector, y esta sería implementar un modelo radial de rutas, es decir, que las unidades de transporte crucen la ciudad y así quienes no tengan necesidad de pasar por el centro histórico, no lo hagan, como si ocurre hoy día; También propone que los camiones tengan un carril exclusivo para que se pueda apreciar un verdadero beneficio de usarlos en vez del vehículo privado, adicionalmente nos recordó el mal estado del mobiliario urbano (banquetas). Es bueno recalcar que las nuevas ciudades se están diseñando para incentivar las caminatas, disfrutar del aire libre y limpio. Las calles meridanas son una plancha y sus banquetas incaminables, amigo lector, esto puede mejorar.
Por ejemplo, Los Campos Elíseos, en París, son odiados por los habitantes de la ciudad luz. En los años setenta la convirtieron en una autopista de cuatro carriles con piezas pequeñas e intrincadas en vez de asfalto (estilo francés), lo cual hace de esta zona un lugar ruidoso que sólo turistas suelen visitar. ¿Qué están haciendo las autoridades de Paris? Reinventando la ciudad y rescatando espacios verdes, disminuyendo las distancias de traslado para algunas actividades. ¿Fácil? No, pero ya se están abocando.
Si algunas de las ciudades más antiguas del mundo están revisando sus errores y cambiando ¿Mérida deberá esperar cincuenta años para hacerlo cuando el momento es ahora? La información está, cualquiera de ustedes lo puede buscar por Internet. Pero las autoridades y el sector empresarial/comercial también deben hacerlo para que las bondades de Mérida no sean sólo publicidad y mercadeo.
Existen experiencias reales de comunidades que han logrado la mejorar su entorno, presionando a las autoridades para actuar en lo que les corresponde, esto es posible debido al compromiso inquebrantable de los vecinos. Nuestro hogar, ese en donde tejemos nuestra historia, nuestros recuerdos, se merece nuestra atención. No lo dejes morir.
Nota final: Cerrando la redacción de este artículo me llegó la noticia de que en México ya es norma oficial el Manual de Calles. Un gran triunfo. Les estaré escribiendo para la próxima entrega.
Mayerling Vera Merlo. Graduada en publicidad y mercadeo. Más de trece años como activista en materia de seguridad vial y DDHH. Reportera ciudadana – con experiencia en medios alternativos comunitarios de Venezuela. Escritora creativa. Amante y defensora de este hogar llamado planeta tierra.
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