Samuel May, fundador de Mayakim, la marca de moda que reinterpreta la tradición yucateca, reflexiona sobre los 9 años de su empresa. Con una visión centrada en el crecimiento sostenido, el trabajo en equipo y la escucha activa, Samuel nos comparte las anécdotas, los desafíos y los sueños que han forjado este camino.
VM.- Cuéntanos qué se siente cumplir 9 años con Mayakim.
Es una sensación de alegría de ver que el trabajo de todos esos años rinde fruto y que ha servido para conformar un equipo. Eso me da mucha paz y tranquilidad, ver que contribuyes al bien de otras familias, ya no sólo al de la mía. Cuando empezamos éramos mis papás, mi tía Cecilia y yo. Hoy somos esas tres familias más otras que ya trabajan con nosotros. Me da mucha paz, tranquilidad y esperanza. Me siento feliz.
VM.- ¿Cuál es la mejor anécdota que consideras que tienes de estos 9 años?
Puedo contar las últimas, que son las mejores. De repente nos llamaron de la productora que hace los videos promocionales «Enamórate de México», para patrocinar los vestuarios y marcaron la empresa como «Mayakim Premium». Es una experiencia muy padre cuando alguien te llama.
Otra experiencia muy grata es cuando nos piden patrocinios. Ahora estamos patrocinando a una boxeadora y a un muchacho que está empezando como piloto en la Fórmula 5. Ver el logo de Mayakim en sus vestimentas o en su carrito, y saber que ya podemos apoyar, es una experiencia muy grata.
También me emocionó mucho cuando nos contactó Isis Amor, una conductora de televisión de aquí de Yucatán. Nos invitó a patrocinar su desfile. Cuando vi a todos los modelos saliendo con nuestras ropa, en ese momento pensé: «Wow, qué padre, ya podemos hacer una pasarela». Desde ese día entendí que esto que estamos haciendo es otra cosa; me cayó el veinte de que ya teníamos varios diseños y que estábamos creciendo.
VM.-¿Has querido tirar la toalla?
Uno de los momentos más difíciles fue cuando se incendió el taller. Me di cuenta de que la estructura que teníamos no estaba pensada para lo que ya le habíamos metido, pero lejos de lamentar le hablé a mi tía Cecilia, una de las socias, que aún con el percance no podíamos parar la producción, porque teníamos que entregar las prendas comprometidas y rápidamente nos conectamos con otras talleres para no parar nuestro proceso de producción.
Te mentiría si digo que no he pensado en tirar la toalla. Los primeros tres años sobre todo, ya a a partir de los cinco sentí que ya había avanzado un poco.
VM.- ¿Cómo sobreviviste la pandemia?
Cuando vino la pandemia, la vi muy difícil. Le pagué a la única muchacha que trabajaba con nosotros en ese momento dos quincenas, y para la tercera le dije que no tenía dinero. Pero se me ocurrió empezar a crear cubrebocas, y eso nos salvó, nos tardamos casi un año para salir del bache.
¿Cuánta gente trabaja contigo?
Somos 18 personas, contando hasta a mis papás que son parte del equipo, empezamos 6 ahora hemos triplicado el personal. Ha sido un crecimiento sostenido.
¿Cómo te informas para tomar tus decisiones?
Yo siempre intento no dejarme emocionar para no tomar malas decisiones. Digo: «No hay dinero, ¿cuánto puedo invertir?, ¿cuánto se puede hacer?». Soy muy conservador en mi método de proceder, creo. Pero hasta ahorita siento que me ha funcionado, haciendo un crecimiento paulatino.
Hay veces que me desespero, pero me digo: «No, está rindiendo fruto, poquito a poquito.»Mucho en escuchar al cliente. Siempre les insisto mucho al equipo: escuchen qué quiere el cliente, qué modelo quiere, lo que le falta, cuál es su disgusto.
Estos son los primeros 9 años, ¿cómo te imaginas el futuro?
Esa es una decisión que estoy pensando y platicando mucho. Hay cosas que no entiendo, porque yo no he crecido en una familia de empresarios. Siempre me pregunto: «¿Cómo administran varias sucursales?, ¿cómo crean franquicias?». Mi mente todavía sigue pensando, «¿cómo lo hacen?». No sé qué sigue. Siempre he pensado si lo dejo hasta aquí y que empiece a generar utilidades, o si sigo explotándome para que siga creciendo. Pero lo que sí veo es que quiero estabilidad, por lo tanto es necesario que siga creciendo.
Es así como Mayakim llega a su noveno aniversario con un crecimiento sostenido y con el ánimo de su director Samuel May de aprender para llevar a la empresa a un lugar, en el que muchos dedicados a la empresa de la costura han soñado, ver sus prendas y marcas más allá de los aparadores y que está empresa ya está logrando.
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