Hoy celebramos el Día Internacional del Mago.
Abracadabra, hocus pocus, o badabin badabum son expresiones que escuchamos en las rutinas de magia, cuya notoriedad llegó mucho antes de que el avada kedavra (que no es más que una modificación de la primera) o el expelliarmus se instalara en la cultura popular, gracias al mago adolescente más famoso de todos: Harry Potter.
Y es que la magia ha sido parte de la humanidad desde los orígenes del hombre mismo… e incluso previo a este; se ha descubierto que los primates, antecesores de los homínidos, tenían ya noción del pensamiento mágico o simbólico.
En Mesopotamia y Egipto comenzaron a practicar rituales atribuidos a la sabiduría o a la «magia» de sus dioses, mientras que en el Imperio persa surgió la palabra mageia para nombrar la disciplina de los especialistas religiosos que servían a sus monarcas.
Así, la religión y la magia poseían un vínculo estrecho que se rompió en la Grecia antigua, cuando las técnicas de los sacerdotes magoi fueron rechazadas.
Con el paso de los siglos, la magia se convirtió en el espectáculo del ilusionismo, arte escénico que alcanzó popularidad en el siglo XIX con el célebre escapista de origen austrohúngaro Harry Houdini quien, ya nacionalizado estadounidense, tomó su apellido artístico del francés Jean Eugène Robert-Houdin, a quien se le considera el padre de la magia moderna.
México ha sido cuna de muchos magos: Haa Ramy, Mandrake, Frank con su conejo Blás, Krotani (padre de los también magos Ari Sandy y Rolando), Cristian Crishan o hasta el maguito Rody, cuya gracia pueril en el programa Chiquilladas nos dejó la inolvidable frase: ¡Chin pum pan tortillas papas!
Pero, sin duda, uno de los más grandes magos que ha dado este país fue Chen Kai, orgullo yucateco nacido en Mérida el 30 de Agosto de 1939 bajo el nombre de Julio Ulises Hijuelos Cervero, pionero de las apariciones de aves, que tuvo su propio show de televisión, se presentó en los centros nocturnos más importantes de su época y se consagró como el único mexicano socio honorario de la Academia de las Artes Mágicas Hollywood Magic Castle.
Cada 31 de enero recordamos a esos magos que nos han regalado encantadores momentos; si tú conoces a alguno, corre a felicitarlo y si no, celébrate a ti mismo, porque como dice J. K. Rowling, autora de la saga de Hogwarts: «todos tenemos algo de magia dentro de nosotros».