Para las comunidades científicas es vital establecer alianzas, pues son estas las que les permiten avanzar con mayor celeridad en sus resultados, al tener pares con quien cotejar hallazgos o una puerta que tocar para recoger una opinión sobre los avances que se tienen en las investigaciones, por tan sólo mencionar algunos beneficios de estas alianzas.
Por ello es de celebrar que el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO) hayan establecido una alianza para colaborar en los temas coincidentes.
¿En qué coinciden Yucatán y Guerrero?
Las coincidencias que saltan a simple vista son ser estados con acceso al mar, y eso las hace atractivos para el turismo, lo que a su vez pone en riesgo la sustentabilidad de los lugares, y por tanto las investigaciones que compartan las entidades académicas en este sentido podrán encauzar políticas estatales y sectoriales.
Ambas entidades mantienen un porcentaje de población indígena importante, y junto con ella, una serie de conocimientos, particularmente relacionados con la agricultura y la medicina, rescatar esos saberes entre ambas latitudes, es una oportunidad para conjugar experiencias milenarias, y con ello transitar hacia el terreno de lo científico. Sin soslayar, por supuesto, el estudio de lo humanista y lo social.
Otro tema, desafortunado, que comparten es la pobreza. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval, 2020) más Guerrero que Yucatán, 66.8% y 45.9% respectivamente, pero es de confiar que la ciencia puede ayudar decididamente a resolver este problema, ya que cuando se convierte en innovación y tecnología repliega la pobreza.
Se pueden seguir enumerando las coincidencias entre ambos estados, pero son más por las que se deben celebrar por la colaboración, porque es una oportunidad de mirarse ante las problemáticas comunes y resolver.