«A una maestra que ha trabajado 40 años de su vida, le quitan su plaza, su sueldo y todo […] Nadie da la cara».
Esto es lo que un hombre, bajo el nombre de Álvaro Antonio, lamentó de pie extendiendo una lona para exigir justicia. Asegura que a la maestra Genny Guadalupe Carrillo Nieves le quitaron su plaza tras 40 años de trabajo, dejándola sin su sueldo.
Esta no fue la primera vez que se manifestó, desde hace años, don Álvaro, se manifiesta casi todos los días –siempre que puede– para exigir que le devuelvan su plaza a la maestra.
«Imagínate, 40 años de tu vida que tú trabajas y un día te dicen ve cómo le haces porque acá ya no te queremos […] Estoy protestando por una causa justa, una maestra ya grande merece disfrutar lo que ya ha trabajado»
Palacio de Gobierno, la Plaza Grande o Monumento a la Patria e incluso el aeropuerto, son los lugares que han visto la lucha de este hombre por su esposa.
¿Qué pasó con la plaza de Genny?
La afectada narra que todo comenzó hace casi 10 años, en junio de 2016, cuando un abogado llegó a su entonces escuela, ubicada en Pedregales de Tanlum –el nombre fue reservado por seguridad de la comunidad escolar actual–. El abogado, sin notificación previa, se presentó identificándose como de la Dirección Jurídica de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (SEGEY), solicitándole que le entregara a su supervisor toda la documentación correspondiente a su responsabilidad como directora de su centro de trabajo.
Le dijeron que se haría una investigación... "Yo meses anteriores presenté una queja en el nivel en contra del supervisor, que me acosaba profesionalmente [...] No solo era misógino en sus palabras conmigo, sino agresivo".
Mientras se realizaba dicha investigación, la asignaron para trabajar en una oficina de la SEGEY. Sin embargo, esto no duró solamente algunos meses, sino que se extendió hasta el 2022; cuando la situación no solamente no se solucionó, sino que empeoró.
En ese año, la ex directora comenzó a escuchar rumores que indicaban que querían afectar su trabajo. Pero los rumores no fueron el problema, sino que «empezó una campaña de hostigamiento para que renuncie».
Y, debido a que no renunció, le suspendieron su salario «sin una razón». Un tiempo más tarde, en enero de 2024, ya no solamente le retuvieron su sueldo, sino que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) le notificó por escrito su baja del servicio de salud porque la SEGEY también dejó de realizar los pagos a este derecho.
«Investigando a través de diversos medios logro obtener un documento del Issste donde se Especifica que el 15 de julio del 2022 estoy de baja por otros. No es jubilación. No es renuncia. Solicito una explicación en la SEGEY, que hasta hoy no me la dan ni justifican la ausencia de mis talones de cheque y salarios en el sistema aunque sigo activa como trabajadora».
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