Cuando Grissel Ávila González llegó a Mérida hace apenas un año, lo hizo buscando algo más que un cambio de residencia. Para ella, mudarse significaba reconstruir su vida y garantizar un entorno seguro para su hija. Administradora de empresas de profesión, Grissel había vivido en distintos estados del país, pero encontró en Yucatán la certeza que necesitaba para empezar de nuevo.
Bien o mal, en temas de seguridad Yucatán es el estado que más protege en temas de violencia”, comparte. Esa seguridad, sumada al respaldo de su familia que ya vivía en la ciudad, fue el punto de partida de una nueva etapa personal y profesional.
Durante sus primeros meses, trabajó en una empresa de telecomunicaciones, pero su puesto desapareció tras una reestructuración interna. Lejos de verlo como un fracaso, lo asumió como una oportunidad para reinventarse. En ese momento, una amiga cercana le propuso entrar al sector inmobiliario. Al principio dudó: nunca se había visto como vendedora. Sin embargo, la vida le demostró que a veces lo que más miedo provoca es lo que más recompensas ofrece.
Hoy, Grissel es asesora inmobiliaria en formación. Aunque apenas suma dos meses en este camino y aún está en proceso de certificación, se siente respaldada por un equipo consolidado que, según ella, “no solo te ayuda a vender, sino también a crecer personalmente”. Ese acompañamiento le ha permitido presentarse ante clientes —muchas veces conocidos y familiares— y comenzar a forjar su propia cartera.
Más allá de las ventas, Grissel ha descubierto un mercado que le apasiona. Se enamoró de un proyecto en particular al grado de convertirse en inversionista. La semana pasada, dio el primer paso para apartar un terreno, convencida de que no solo está construyendo una carrera, sino también un patrimonio para su hija. “Lo veo no solo como asesora, sino también como clienta”, afirma con entusiasmo.
El sector le ha ofrecido dos ventajas clave: independencia económica y libertad de tiempo. Organiza su jornada para poder llevar a su hija a la escuela y a sus clases de ballet, mientras aprovecha las horas disponibles para hacer llamadas, enviar correos y reunirse con clientes, incluso de manera virtual.
Su visión del mercado también cambió. Al inicio pensaba que se trataba únicamente de vender, pero pronto comprendió que la clave está en conocer y enamorarse de los productos, transmitir confianza y asegurarse de que cada proyecto sea real y seguro. Herramientas como la plataforma del INSEJUPY le han dado la certeza de que invertir en Yucatán es apostar a un futuro sólido.
Para Grissel, el emprendimiento llegó como una consecuencia de las circunstancias, pero hoy lo vive como una elección. Una elección que le permite crecer, estar presente en la vida de su hija y construir, poco a poco, un futuro más estable.
Tips de Grissel para nuevos emprendedores inmobiliarios
- Enamórate del producto: no se trata solo de vender, sino de transmitir confianza y seguridad.
- Organiza tu tiempo: pon horarios claros, porque en este trabajo si no buscas, no hay ingresos.
- Apóyate en un equipo: el acompañamiento de mentores y colegas es clave para crecer.
- Verifica siempre la legalidad: usar herramientas oficiales, como el INSEJUPY en Yucatán, te dará certeza en cada transacción.
- Atrévete a invertir: no solo ofrezcas proyectos, considérate también como cliente e inversionista.
Actualmente Grisell esta trabajando en dos proyectos:
Si alguno de estos proyectos fueran de tu interés llama a Grissel al: 999 412 0666
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