La quiropráctica se afianza en México como una disciplina médica vital para combatir padecimientos vinculados al sistema nervioso central y a la columna vertebral, en un contexto donde estos problemas de salud son cada vez más frecuentes.
En universidades y clínicas de prestigio ya se reconoce a esta ciencia como una herramienta eficaz frente a dolencias como hernias discales, escoliosis, dolor de espalda, cuello y ciática. También ha mostrado resultados en casos de postura deficiente, lesiones deportivas, mareos, dolores de cabeza, falta de sueño, asma y disfunciones sexuales.
En el marco del Día del Quiropráctico, que se celebrará el próximo 18 de septiembre, el especialista Moisés Reznick ofreció una charla en Yucatán, donde reiteró la importancia de la disciplina para la salud integral.
Aunque la práctica se conoce en México desde 1917, su reconocimiento como ciencia médica ha ganado fuerza en los últimos años. Sin embargo, persiste el riesgo de la proliferación de “seudoescuelas” en estados como Yucatán, donde programas de baja calidad forman supuestos quiroprácticos que ponen en peligro a los pacientes.
Ante este panorama, especialistas insisten en acudir únicamente con profesionales certificados y con cédula oficial para garantizar seguridad y efectividad en los tratamientos.
A pesar de su crecimiento, el número de profesionales certificados sigue siendo insuficiente: apenas 5 mil especialistas atienden a más de 120 millones de habitantes. Hoy en día, solo tres universidades en México imparten la licenciatura en quiropráctica, ubicadas en Veracruz, Ecatepec y Toluca.
Reznick ha difundido la experiencia de sus pacientes en el libro Bienvenido a la fábrica de milagros, donde testimonios de mexicanos narran mejoras significativas en su salud gracias a la quiropráctica. Actualmente trabaja en una nueva obra con casos de pacientes yucatecos.
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