Este miércoles 2 de julio, la ciudad de Mérida tuvo el privilegio de recibir a la astrónoma Julieta Fierro Gossman en la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), donde dio a conocer que tiene una certeza clara: la ciencia nos rodea todo el tiempo, en cada cosa que hacemos, aunque no siempre seamos conscientes de ello.
Desde su visión, si la humanidad quisiera centrarse únicamente en «volver a la naturaleza», pero sin ciencia: seríamos cazadores recolectores; es así que, afirma, hoy gracias a la innovación, la ciencia y la tecnología, tenemos dispositivos móviles, sistemas de comunicación, medicinas y una larga lista de etcéteras.
Sin embargo, advierte que la ciencia debe ir más allá de los laboratorios y universidades: es fundamental vincularla con la industria y evaluarla constantemente. También resalta que la ciencia no cumple su propósito si no se comunica de forma clara y accesible, porque “la divulgación científica no es un lujo: es un derecho humano”.
Necesitamos mujeres en la ciencia
Para la astrónoma misma llegar a estudiar lo que soñaba: física, representó muchos retos en razón de su género, es precisamente por eso, que habla con fuerza y de manera muy clara acerca de la importancia que tienen las mujeres en la ciencia.
«Necesitamos mujeres en la ciencia para resolver los problemas de las mujeres».
Así, fuerte y claro, se posicionó ejemplificando que si los hombres tuvieran que hacerse un chequeo que implicara apretarles el pene, ya habrían encontrado otra forma de hacer la revisión; este no fue un ejemplo al aire, sino señalando la mastografía que durante años ha sido tortuosa para las mujeres y que, ahora que ellas están dentro de la ciencia, están buscando nuevas formas de hacer el chequeo de forma menos invasiva.
«La ciencia no tiene la verdad y por eso siempre va a haber trabajo científico».
Su interés para que cada día más mujeres se unan al trabajo científico, no le pone una venda en los ojos, reconoce que hacer esto posible requiere de condiciones para ellas, por ejemplo, con guarderías para aquellas que opten por la maternidad.
Por si no conocías a Julieta Fierro, te contamos un poquito sobre lo mucho que es ella…
Julieta Fierro ha tenido un impacto tan grande en la ciencia, que incluso nombraron a una luciérnaga en su honor. En 2023 nombraron Photinus fierrofierroae a una luciérnaga.
Aunque el camino no siempre le fue fácil, ella misma se abrió paso y, hoy, reconoce que su revolución fue estudiar… Y no estudió cualquier cosa: estudió física. Y lo hizo de forma extraordinaria al punto de llegar hasta fomar parte de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias como miembro honorario, posicionando su nombre junto al de personalidades como Albert Einstein y Charles Darwin; solamente 14 mexicanas/os forman parte de la misma.
Julieta Fierro destaca porque no solamente sabe la ciencia, sino que la conoce tan bien, que la comparte de forma divertida y clara para cualquier persona, desde infancias, hasta gente adulta.
Estudió física y astrofísica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), además se especializó en materia interestelar y estudios sobre el sistema solar. Es investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM y profesora de la Facultad de Ciencias, forma parte de la Academia Mexicana de la Lengua y del Sistema Nacional de Investigadores. Ha publicado más de 40 libros y múltiples artículos científicos.
A sus 77 años, Julieta Fierro tiene claro que su mayor revolución fue estudiar. Y hoy continúa compartiendo esa revolución con miles de personas, convencida de que la ciencia no tiene la verdad absoluta, pero por eso mismo, siempre habrá trabajo por hacer.
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