Jue. Ago 21st, 2025

El Día del Orgullo Autista: celebración impulsada por la comunidad para cambiar la narrativa

Cada 18 de junio se celebra el Día del Orgullo Autista, una fecha poco conocida pero profundamente significativa, impulsada por personas autistas que decidieron cambiar la forma en que la sociedad mira la neurodiversidad. Lejos de conmemorar desde el dolor, esta jornada se erige como una celebración de la identidad, la autoaceptación y la diversidad neurológica.

Fue en 2005 cuando el grupo Aspies For Freedom, conformado por personas con autismo, organizó por primera vez esta fecha con un objetivo claro: romper con el estigma, dejar de ser vistas como personas “enfermas” o “por corregir” y comenzar a ser reconocidas como parte de la amplia diversidad humana.

Desde entonces, el Día del Orgullo Autista ha crecido silenciosamente, pero con firmeza, como un espacio para recordar que el autismo no es una condición a eliminar, sino una forma diferente de percibir y habitar el mundo. Bajo esta visión, la neurodiversidad se asume como un valor, y no como un obstáculo.

“El mensaje principal de esta fecha es claro: no queremos que nos vean como un problema a resolver, sino como personas completas, con capacidades, con formas distintas de comunicar, pensar y sentir”, han señalado activistas y colectivos neurodivergentes en diversas campañas.

A diferencia del 2 de abril, Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo —enfocado comúnmente desde una mirada médica o institucional—, el 18 de junio pone al frente la voz de quienes viven el autismo. En muchas ocasiones, personas autistas han denunciado que el discurso público está centrado en quienes les rodean —madres, terapeutas, especialistas—, dejando de lado sus propias experiencias.

En este día la comunidad autista exige que se les escuche, que se promueva una educación verdaderamente inclusiva, que se generen entornos accesibles para su desarrollo, y sobre todo, que se respete su derecho a existir y ser tal como son, sin patologización ni infantilización.

Este 18 de junio es una oportunidad para cuestionar: ¿El entorno realmente es incluyente para las personas con autismo? ¿Sus voces están siendo parte de las decisiones? Reconocer el Día del Orgullo Autista es, ante todo, un acto de justicia y dignidad.

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