De acumulación y abandono de basura

PorLorena González Boscó

2 de febrero de 2025

La alcaldesa está clara en hacer de Mérida una ciudad blanca y limpia, y este asunto de empezar a limpiar predios donde se ha acumulado toneladas de basura como así lo reporta el municipio, si bien no estaba en la agenda de limpia, se ha asumido como parte de esta, a partir de las quejas vecinales que reportan predios con acumulaciones desbordadas de basura.

Los predios que son verdaderos muladares, no sólo es porque hay acumuladores, sino también porque la comunidad despoja ahí su basura, ya sea porque no hay un servicio de limpia eficiente o porque se le has hecho una insana costumbre entre los habitantes de la zona.

Lo que la basura dice de nosotros

No olvidemos tampoco, que detrás de la basura están nuestros hábitos de consumo, los cuales también debemos revisar para tener una ciudad más limpia y sustentable.

En cada bolsa de basura que desechamos hay una historia que va más allá de los restos de comida, los envases vacíos o los objetos rotos. La acumulación de residuos es un reflejo del modelo de consumo en el que vivimos, donde la producción masiva de bienes y el uso indiscriminado de materiales desechables han generado una crisis ambiental sin precedentes. No se trata solo de lo que tiramos o acumulamos, sino del impacto que esos desechos tienen en nuestro entorno y en la vida de millones de personas en el mundo.

Insuficiente deshacerse de la basura

El problema de la basura no termina cuando se acumula, se tira o abandona. Cada año, toneladas de residuos terminan en vertederos, ríos y océanos, contaminando el aire, el agua y los suelos. Los plásticos de un solo uso, por ejemplo, pueden tardar siglos en degradarse y, mientras tanto, se fragmentan en microplásticos que ingresan a la cadena alimenticia, afectando a la fauna y, en última instancia, a los seres humanos. Además, la descomposición de residuos orgánicos genera gases de efecto invernadero como el metano, contribuyendo al cambio climático.

Desigualdad y basura

La basura también revela desigualdades económicas y sociales. En muchos países, comunidades marginadas viven cerca de enormes basureros, expuestas a enfermedades y condiciones insalubres.

Al mismo tiempo, miles de recicladores informales dependen de los desechos para sobrevivir, rescatando materiales reutilizables en un sistema que rara vez los reconoce ni los apoya.

Mientras en ciertas zonas del estado se desperdician toneladas de alimentos, en otras, la escasez es un problema grave, lo que evidencia la falta de equidad en la distribución de recursos.

La basura no es solo un problema de gestión de residuos, sino un reflejo de nuestra relación con el planeta. Mientras sigamos tratando los desechos como algo invisible y ajeno a nuestra vida, seguiremos agravando la crisis ambiental que enfrentamos.

Una parte de la solución del problema puede ser reducir lo que consumimos, replantear nuestros hábitos y entender que, cuando tiramos algo, en realidad no desaparece, sino que deja una huella en el mundo que compartimos.

Lorena González Boscó, comunicóloga, internacionalista, profesora universitaria, constructora de ciudadanía, periodista, amante de los perros y amiga de los gatos. «Siempre he creído que más vale gente comprometida que capaz, porque la comprometida se hace capaz, pero la capaz no necesariamente comprometida.»

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