Hoy es el Día Nacional de los Pueblos Mágicos; la estrategia turística cumple 22 años.
Si has viajado por los distintos estados de la República Mexicana, es muy probable que te hayas topado alguna vez con la imagen de un rehilete formado por cinco plumas de igual número de colores: verde, anaranjado, rosa, morado y azul… se trata del logotipo de los llamados «Pueblos Mágicos».
Y es que, en el año 2001, el Gobierno de México instituyó dicho programa con la intención de reconocer, promover e impulsar a aquellas localidades que, de acuerdo con la Secretaría de Turismo (Sectur), poseen «atributos únicos, simbólicos, historias auténticas, hechos trascendentes, cotidianidad que significa una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico atendiendo a las motivaciones y necesidades de los viajeros».
Como parte de la política turística del país, este proyecto se creó para sacar el máximo rendimiento a los recursos naturales y culturales de los sitios con tal distinción, no solo para aumentar su atractivo y hacerlos más rentables, sino para mejorar con ello la calidad de vida de sus habitantes.
Sin embargo, no cualquier municipio de México puede ganar esa suerte de estrellita en la frente que representa convertirse en un Pueblo Mágico; existen ciertos requisitos para su incorporación al programa, tales como: tener un área dedicada al turismo con poder de decisión, un directorio de prestadores de servicios turísticos, un inventario de recursos o atractivos turísticos y un programa de desarrollo con acciones específicas.
Adicionalmente, los municipios aspirantes deben demostrar que cuentan con condiciones de conectividad o comunicación, así como con servicios de salud y de seguridad pública para atender a turistas locales e internacionales.
Podría pensarse que, con tantos requisitos, el nombramiento de Pueblo Mágico es inamovible, pero todos los criterios son revisados periódicamente para determinar la permanencia de cada localidad en el programa.
El primero que recibió ese título a nivel nacional, el 5 de octubre de 2021, fue Huasca de Ocampo, ubicado en Hidalgo, y cuyo nombre original en náhuatl: Huazcazaloya,, significa «lugar de regocijo o alegría»; entre sus atractivos están los famosos Prismas Basálticos, el Bosque de las Truchas y la Presa de San Antonio, donde sus visitantes pueden realizar actividades ecoturísticas, además de admirar la flora y fauna endémica.
Yucatán ingresó al programa de Pueblos Mágicos en 2002, tan solo un año después de su lanzamiento, cuando Izamal se convirtió en la onceava localidad que obtuvo ese honor; una década después, se le unió Valladolid, mientras que, en el año 2020, tocó el turno a Sisal y Maní. Recientemente, en junio pasado, Espita, Motul y Tekax se sumaron a la lista, con lo que el estado tiene un total de siete lugares con ese apelativo.
El Estado de México, Puebla y Jalisco son las tres entidades que hoy en día encabezan el ranking, con 12 Pueblos Mágicos cada uno.
Durante sus 22 años de operación, el programa Pueblos Mágicos ha pasado de tener solo tres sitios con dicho sello en el 2001 a estar conformado actualmente por 177 localidades, luego de añadir en este 2023 un total de 45 nuevas designaciones, lo que ha significado la mayor inclusión de municipios en toda su historia.
Lamentablemente, el crecimiento exponencial de la estrategia turística no ha sido proporcional a la inversión gubernamental en los denominados Pueblos Mágicos e incluso, a partir de 2019, ese rubro dejó de aparecer en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
A la par de la insuficiencia de recursos públicos y privados, la distinción nacional que han recibido casi dos centenares de municipios no ha logrado evitar que muchos de ellos todavía tengan una gran cantidad de habitantes sin acceso a los servicios básicos, lo que se traduce en altos niveles de marginalidad y pobreza.
Al respecto, el secretario de Turismo del Gobierno de México, Miguel Torruco Marqués, aseguró durante la presentación del Primer Estudio Económico de Pueblos Mágicos en 2021, que la nueva metodología elaborada por la dependencia a su cargo contiene información estadística sobre economía y turismo que permitirá diseñar mejores políticas públicas, en conjunto con la Red de Alcaldes de los Pueblos Mágicos y sus comités ciudadanos.
Independientemente del desempeño gubernamental, los particulares pueden contribuir al fortalecimiento de los Pueblos Mágicos al visitar las localidades reconocidas con este título, aquellas cuya riqueza está representada con cada uno de los colores del rehilete que sirve como logotipo del programa: tradición (morado), gastronomía (anaranjado), artesanía (rosa), naturaleza (verde) y gente única (azul).
Así es que ¡prepara tus maletas!, porque Vive Mérida te presenta aquí las 177 posibilidades que tienes para dejarte maravillar por la magia de México.
Aguascalientes | Real de Asientos |
Calvillo | |
Pabellón de Hidalgo | |
San José de Gracia | |
Baja California | Tecate |
Baja California Sur | Todos Santos |
Loreto | |
Baja California Sur | |
Campeche | Palizada |
Isla Aguada | |
Candelaria | |
Chiapas | San Cristóbal de las Casas |
Comitán de Domínguez | |
Chiapa de Corzo | |
Palenque | |
Copainalá | |
Ocozocoautla de Espinosa | |
Chihuahua | Creel |
Batopilas | |
Casas Grandes | |
Guachochi | |
Hidalgo del Parral | |
Coahuila | Parras de la Fuente |
Cuatro Ciénegas | |
Cuatro Ciénegas | |
Viesca | |
Candela | |
Guerrero | |
Melchor Múzquiz | |
General Cepeda | |
Colima | Comala |
Durango | Mapimi |
Nombre de Dios | |
Estado de México | Tonatico |
Tepotzotlán | |
Valle de Bravo | |
Malinalco | |
El Oro | |
Metepec | |
Aculco | |
Ixtapan de la Sal | |
Teotihuacán […] | |
Villa del Carbón | |
Jilotepec | |
Otumba | |
Guanajuato | Dolores Hidalgo |
Mineral de Pozos | |
Jalpa | |
Salvatierra | |
Yuriria | |
Comonfort | |
Guerrero | Taxco |
Ixcateopan de Cuauhtémoc | |
Zihuatanejo | |
Hidalgo | Huasca de Ocampo |
Real del Monte | |
Mineral del Chico | |
Huichapan | |
Tecozahutla | |
Zimapán | |
Zempoala | |
Acaxochitlán | |
Metztitlán | |
Jalisco | Tapalpa |
Tequila | |
Mazamitla | |
San Sebastián del Oeste | |
Lagos de Moreno | |
Mascota | |
Talpa de Allende | |
Tlaquepaque | |
Ajijic | |
Cocula | |
Sayula | |
Temacapulín | |
Michoacán | Pátzcuaro |
Tlalpujahua | |
Cuitzeo del Porvenir | |
Sta. Clara del Cobre | |
Mineral de Angangueo | |
Tacámbaro | |
Jiquilpan | |
Tzintzuntzan | |
Paracho de Verduzco | |
Cotija | |
Morelos | Tepoztlán |
Tlayacapan | |
Tlaltizapán de Zapata | |
Xochitepec | |
Nayarit | Jala |
Sayulita | |
Compostela | |
Mexcaltitán | |
Ahuacatlán | |
Amatlán de Cañas | |
Ixtlán del Río | |
San Blas | |
Puerto Balleto -Islas Marías- | |
Nuevo León | Santiago |
Linares | |
Bustamante | |
General Terán | |
General Zaragoza | |
Oaxaca | Capulálpam de Méndez |
Huautla de Jim‚nez | |
Mazunte | |
San Pablo Villa de Mitla | |
San Pedro y San Pablo Teposcolula | |
Santa Catarina Juquitla | |
Puebla | Cuetzalan del Progreso |
Zacatlán | |
Pahuatlán | |
Chignahuapan | |
Cholula | |
Tlatlauquitepec | |
Xicotepec | |
Atlixco | |
Huahuchinango | |
Tetela de Ocampo | |
Huejotzingo | |
Teziutlán | |
Querétaro | Cadereyta de Montes |
Bernal | |
Jalpan de Serra | |
Tequisquiapan | |
San Joaquín | |
Amealco de Bonfil | |
Pinal de Amoles | |
Quintana Roo | Bacalar |
Isla Mujeres | |
Tulum | |
Cozumel | |
San Luis Potosí | Real de Catorce |
Xilitla | |
Aquismón | |
Santa María del Río | |
Ciudad del Maíz | |
Tierra Nueva | |
Sinaloa | Cosalá |
El Fuerte | |
El Rosario | |
Mocorito | |
San Ignacio | |
Sonora | Álamos |
Magdalena de Kino | |
San Carlos | |
Ures | |
Tabasco | Tapijulapa |
Frontera | |
Teapa | |
Tamaulipas | Mier |
Tula | |
Tlaxcala | Huamantla |
Tlaxco | |
Ixtenco | |
Veracruz | Coatepec |
Xico | |
Papantla | |
Orizaba | |
Zozocolco | |
Coscomatepec | |
Córdoba | |
Naolinco de Victoria | |
Yucatán | Valladolid |
Izamal | |
Sisal | |
Maní | |
Espita | |
Motul | |
Tekax | |
Zacatecas | Jerez de García Salinas |
Teúl de González Ortega | |
Sombrerete | |
Pinos | |
Nochistlán | |
Guadalupe | |
Villa Nueva |
Edith Montserrat De la Barrera Balbuena, comunicóloga, periodista, correctora de estilo y aprendiz de lengua de señas. Una zurda apasionada del cine, fan de la Navidad y amante de las galletas. Osa de corazón, pero con un hijo pingüino. «Don Quijote decía que ‘la pluma es la lengua del alma’ y yo dejo un tanto de la mía en cada nota que escribo para VIVE MÉRIDA»